Como todos sabemos, la dislexia está muy ligada a problemas de lectura y escritura. No saber descifrar un texto escrito y tener dificultades de expresarse de forma escrita son signos claros de esta condición neuronal.
No obstante, la lectura y escritura no son las únicas indicaciones de que una persona pueda tener dislexia.
Muchos estudios nos dicen que la dislexia está ligada a un menor desarrollo de una parte del cerebro, el cerebelo. Esta parte del cerebro es la encargada de, entre otras cosas, la coordinación, el equilibrio, la postura, el aprendizaje motor y las habilidades motoras finas.
Y es en lo último en lo que nos vamos a centrar.
Las habilidades motoras son muy importantes para el buen funcionamiento de cualquier persona en el día a día. Abrochar, atar los cordones, manipular objetos, coger una pelota o coger un lápiz o bolígrafo son solo algunos ejemplos.
Según varios estudios que se han realizado a lo largo del planeta, es muy probable que más de un 40% (y en algunos estudios hasta un 80%) de personas con dislexia también tienen problemas con las habilidades motoras (sobre todo las “finas”).
Se ha visto que niños con dislexia tienen un desarrollo más lento de estas habilidades. Hay niños que, cuando se les compara con otros niños de su edad, tardan más en andar, que les cuesta trazar una línea según un patrón en el papel, que tienen dificultad en coger una pelota del aire o que no saben manejar bien unas tijeras.
También hay casos de niños que no tienen una preferencia clara entre usar la mano izquierda o la derecha. Puede que escriban con la derecha, pero manejan las tijeras y golpean un balón con su lado izquierdo.
Como hemos visto anteriormente, el cerebelo se encarga de la coordinación y del aprendizaje motor. En realidad, saber leer y escribir son actividades que, con el tiempo, se convierten en un automatismo. Además, para leer y escribir hay que coordinar el orden y la secuencia de las letras y las palabras. Por tanto, las dificultades en la coordinación y el aprendizaje motor tienen influencia sobre la capacidad de leer o escribir.
Pero el menor desarrollo del cerebelo no quiere decir que las condiciones de desventaja que estos niños tienen van a tener que perdurar el resto de sus vidas. Podemos ayudarles a desarrollar estas habilidades y a crear las conexiones neuronales en el cerebelo que desde nacimiento no tienen.
Se dice que la práctica hace el maestro y eso también lo podemos aplicar aquí.
Además, hay estudios que indican que el desarrollo temprano y dirigido de las habilidades motoras finas del niño con dislexia ayudan (con el tiempo) a la hora de leer y escribir mejor.
Los profesores de Babel idiomas y DIS is English participan en el proyecto Europeo del programa Erasmus + llamado DYSLEXIA COMPASS (www.dyslexiacompass.eu). En él trabajamos, junto a colegas del Reino Unido, Noruega, Rumania y Croacia, en un mejor entendimiento de la dislexia a nivel Europeo. Si quiere saber más sobre este proyecto, puedes ponerte en contacto con nuestro coordinador: boelo@babelidiomas.com.
